Tengo ganas de llorar, de librarme de tantos prejuicios, pasados, aspiraciones y esperanzas que no me permiten disfrutar la vida. En estos momentos tengo ese deseo de gritar al mundo en silencio, de volar a otros lados, de romper todas esas cosas que están estorbando mi camino. Quiero dejar de depender, de las decisiones, opiniones, y ordenes de los demás. Es un sentimiento que altera mi interior que se golpea a mi exterior y a los que me rodean. Estoy odiando sin querer, repudiando lo que me gustaba hacer. Quiero un día fuera de aquí, encontrarme con lo que tengo dentro, despedirlo. Quiero vomitar todo lo que cruza por mi mente, quiero tener la cabeza vacía, con vasto espacio para la amplitud de mi presente. Ayúdenme Espíritus de luz, acompañantes de mi vida, tengo un gran deseo de cambiar, tengo la voluntad, creo tener el conocimiento básico para salir de este abismo negro, pero no se porque sigo aquí. No sé, si esto que siento es una especie de revisión interior para hacer un alto y cambiar el rumbo de mi vida, con un simple no y un simple sí. Pero que hacer, si aun no está claro lo que tengo adelante, siento la impotencia de no saber que es lo que me pasa. ¿ De que estoy enfermo doctor para tomarme la medicina?. Auxilio, Padre mío, mándame una pizca de aire para ver la luz de tu camino. Que mi vida se ha detenido en un cuerpo que me mueve.

El fin de semana, fui al centro de la ciudad de compras, vi muchisimas personas, caminando de un lado a otro, incluso había partes en que caminar era muy complicado. Todos con un pendiente en la cabeza, o varios, unos iban con familia, otros con la pareja, otros más iban solos. Y mientras caminabamos vi a un hombre dormido a la mitad de la banqueta, era alrededor de las 5.00 de la tarde, el tipo, vestido con ropa vieja, sucia y desgarrada, dormia sin importarle que estorbaba el paso de las personas, tanto que arriesgaban su vida bajandose a la calle donde pasaban pesados camiones urbanos. Yo pase al lado de él, lo vi, estaba dormido, mi esposa que iba conmigo, bajo a la calle porque le tenía miedo, y muchos más no lo volteaban ver.

No me paso desapercibido el ver al hombre ahi dormido, para muchas personas seguramente es normal ver un borracho a mitad de la banqueta dormido, y más en esta zona, quizás porque yo paso poco por acá, no me pareció tan ordinario. Lo que si me puso a pensar fue el hecho de que pude ayudarlo y no lo hice, pude hablarle y preguntarle si estaba bien y no lo hice, pude hablarle a un socorrista para que lo auxiliara y tampoco lo hice. Y así, me ha pasado varias veces, se atravieza en mi camino la oportunidad de ayudar a un hermano, de servir, y no lo hago. Quizás el que necesita ayuda soy yo, para quitarme los miedos y prejuicios que pasan por mi mente.

¿ Cómo puedo ser tan indiferente? quizás no es indiferencia, porque si los veo, la pregunta correcta sería ¿ Porque no los ayudo?.... porque no es mi problema que el tipo se embriague y se tire a la banqueta sería la respuesta que se me viene a la mente, porque puedo ponerme en peligro, porque no tengo compasión. porque no tengo un uniforme que diga voluntario, o socorrista. Porque no me pongo en el lugar de esa persona, son muchas las respuestas inútiles, porque al final de cuentas, no hice nada.